Es un día celebrado en muchos países en todo el mundo. Un día donde sin importar el país, cultura, edad, religión, o inclusive género, todos nos unimos para celebrar esta ocasión especial. Un momento lleno de amor hacia estos seres tan especiales que hacen parte de nuestra cotidianidad, y muchas veces dejamos pasar sin dar importancia al balance que generan en nuestras vidas. Es por esto, que tanto hombres como mujeres ofrecen detalles, regalos y experiencias únicas para demostrar el aprecio y agradecimiento que sentimos en este día de la mujer.
Así mismo, debemos reconocer la lucha por la igualdad de género y la participación equitativa de las mujeres en todos los ámbitos. En muchas ocasiones se han presentado injusticias sociales, económicas y políticas. Y así como se han logrado avances a favor de este género, se debe continuar reconociendo su valor y actuando a favor de dichos movimientos para fomentar equidad en todos y cada uno de los rincones donde se encuentre una mujer.
Sabemos que dar un regalo especial toma tiempo y esfuerzo. Por ese motivo, en Mágicu ofrecemos nuestro top de experiencias y regalos perfectos para regalar en el día de la mujer en Bogotá.
Es uno de los regalos más románticos que puedes dar. Las rosas son un regalo de la naturaleza que representa vivamente las emociones de quien lo regala. Puedes dar rosas rojas para expresar amor, rosas amarillas para expresar cariño y felicidad o rosas rosadas para expresar amistad y generosidad.
Sorpréndela con un Brunch o Desayuno sorpresa a domicilio. Puede ser el detalle perfecto para iniciar el día con una sonrisa y sintiéndose lo especiales que son. Acá puedes personalizar el Desayuno con fotos y mensajes que tu escojas para hacer el regalo aún más especial, además encuentras menús Saludables y diferentes opciones que sean tal cual lo que esa mujer especial merece.
Regálale una tarde al aire libre con excelente vista y muy buena comida. El plan perfecto para celebrar acompañada de las personas más especiales. Podrán tomar el picnic en uno de los mejores parques en Bogotá, o junto a la laguna de Guatavita si desean disfrutar de una vista espectacular y muy buen servicio. Lo puedes tomar a partir de 2 personas y hasta grupos de 20 personas.
Escapada Romántica a la Represa del Sisga
El hotel es perfecto para compartir en pareja una inolvidable velada romántica. Lindas y rústicas habitaciones, algunas con vista a la represa del Sisga, equipadas con baño, chimenea, camas en madera y lencería de excelente calidad. Y cuentan con diferentes tipos de acomodación, diseñadas para disfrutar experiencias únicas en pareja.
Una tarde entre amigas con mucho maquillaje y unas copas para aprender y disfrutar de nuevas técnicas de maquillaje. También la puedes invitar a una cena romántica para disfrutar aún más de su nuevo look.
Este es regalo único para salir de la rutina. Tienen todo listo para navegar por el embalse de Tominé, velero privado, buena comida y un capitán a disposición para que ella pueda sentir lo que es navegar uno barco de este tipo. Puedes regalar distinto para disfrutar en pareja, familia, o si la celebración es con un grupo de hasta 9 personas también contamos velero apropiado para estas celebraciones.
Escoge el tipo de cocina que más te guste: peruana, española, mexicana o japonesa. Te visitará un chef experto para que pases una noche de culinaria en pareja, aprendiendo algo nuevo.
Encuentra acá todas las opciones para celebrar el día de la mujer.
Sin importar las experiencias únicas o el detalle que escojas recuerda ofrecerlo con amor y un valor emocional. Piensa que le puede gustar, algo que la pueda emocionar y sea especial para ella. Pero sobretodo, algo que deje el mejor recuerdo posible. Si son pareja, piensa que valoran ustedes y cómo les gustaría celebrar en pareja. Las experiencias siempre son una gran solución para dejar recuerdos inolvidables. Ten en cuentas que las experiencias son algo que jamás esperará, perfecto para sorprenderla como se merece. No hay regalo que más le guste a una mujer que algo inesperados con todo el amor. Y con Mágicu podrás elegir la experiencia y personalizar con los detalles que desees.
Sabes que cuentas con Mágicu para tus celebraciones especiales. ¡No esperes más!
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¿Qué acostumbras regalar en el día de la madre?¿Un perfume, zapatos, salir a comer?
Este día de la madre regálale a mamá una historia para contar. Te recomendamos las mejores experiencias en Bogotá para regalar a mamá, que pueda vivir algo diferente y tachar de su lista de deseos.
Escoges la experiencia que más te gusta y la mandas cómo regalo, te podemos mandar una tarjeta de regalo con un mensaje personal para que entregues el regalo perfecto a mamá. ¡Ella después puede escoger los detalles y agendar su fecha cuando lo desee!
No hay mejor regalo para una mamá que una tarde de masajes para descansar y recargar energías. En esta opción además te llevan el spa a tu casa, es el regalo perfecto para celebrar el día más especial de todos. Te llevan a domicilio a cualquier parte de Bogotá.
Paseo en velero a 1 hora de Bogotá
Este es regalo ideal para salir de la rutina. Tienen todo listo para navegar por el embalse de Tominé, velero privado, buena comida y un capitán a disposición para que ella pueda sentir lo que es navegar uno barco de este tipo. Puedes regalarlo para disfrutar en pareja, familia cercana o si la celebración es con grupo grande, también está el velero apropiado para estas celebraciones.
Cada vez nos importa más nuestro bienestar y disfrutamos hacer actividades que nos ayudan a sentirnos mejor físicamente. Regálale a mamá una experiencia que disfrutara enormemente por toda la paz y tranquilidad que genera. Se puede tomar a domicilio en cualquier parte de Bogotá o aún mejor al aire libre en los mejores senderos y bosques de la ciudad.
¿Mamá es amante de la buena comida? Combina el placer de probar excelentes platos y postres con aprender a prepararlos y pasar una tarde muy entretenida y exquisita. Podrá disfrutar de una de las mejores pastelerías en Colombia y aprender algunos trucos que hacen tan deliciosos sus platos.
Regálale a mama una tarde al aire libre con excelente vista y muy buena comida. El plan perfecto para celebrar acompañada de las personas más especiales. Podrán tomar el picnic en uno de los mejores parques en Bogotá o junto a la laguna de Guatavita y así disfrutar de una espectacular vista y muy buen servicio. Lo puedes tomar a partir de 2 personas, hasta grupos de 20 personas.
Encuentra acá todas nuestras experiencias para el día de la madre.
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Cuando los vieron por primera vez, creyeron que eran hombres que echaban humo. Parecía absurdo: De Xeres, el enviado de Colón para buscar oro en Cuba, dijo que estaban en la tierra de los hombres-chimenea. Luego entendieron de qué se trataba y empezó la evolución del consumo de tabaco y su distribución en Europa. En Cuba siguieron fumando puros, claro, y mucho. Pero hay un hombre revolucionario, el cubano por excelencia, el verdadero hombre-chimenea: Máximo Francisco Repilado Muñoz, es decir, Compay Segundo, el cantante del Buena Vista Social Club.
Fumó desde los 5 años, según él, y murió de 95. Su voz sonaba como un humo espeso y dulce, como el son. Trabajó en los campos de tabaco, y nunca dejó de ser un artesano: su música parece una creación manual, no solo por la impecable interpretación del cuatro cubano, sino principalmente porque cada nota parece moldeada por sus manos, como si le diera forma a la arcilla con el canto.
“Compay” se refiere a compadre y “Segundo”, a su segunda voz: el tono grave y profundo la hace tener un rol que podría considerarse como acompañante. Pero eso, en lugar de bajarle de categoría, le dio la suavidad y la sencillez características de sus interpretaciones. La voz de Compay Segundo era un instrumento más. Participó en grupos de música cubana, en los más reconocidos, como el dúo Los Compadres, donde adquirió su apodo: la voz principal la hacía Compay Primo y él, Compay Segundo, pues hacía la segunda.
Su fama internacional llegó tarde: en 1997, cuando tenía 90 años. Fue con el Buena Vista Social Club, un grupo de música tradicional cubana producido por el guitarrista gringo Ry Cooder. Aún existe, el Buena Vista, y es impresionante, pero su versión original estaba compuesta por verdaderas leyendas vivientes: “Puntillita”, Rubén González, Ibrahim Ferrer, Pío Leyva, Anga Díaz, “Cachao”, Manuel Galbán y, cómo no, Compay Segundo. Hasta Wim Wenders les hizo una película. El aporte del son a la música es invaluable: va mucho más allá de ser el núcleo de la salsa, y eso ya habría sido suficiente.
En medio de la euforia, el ruido y el pantano del Estéreo Picnic hay personajes tan personajes que es muy posible que usted, o un amigo suyo, se identifique con alguna de sus historias, o con varias, por qué no. Le presentamos algunos relatos verídicos de testigos presenciales o, incluso, de protagonistas.
1. El galán.
De un man que se ilusionó por unos minutos con ser un rock star.
“Estábamos ahí en Wiz Khalifa, la verga. Compramos unas gafas de neón, como negras con lucecitas, no sé si vio. Eran del putas. Él se las puso y a los 10 segundos llegó una vieja y se lo comió, o sea, le mandó la cara y le empezó a dar besos. Todos dijimos como uy, marica, esas gafas son una locura, güevón, y se las queríamos robar. El tipo nos hacía señas dándoselas de rock star y ponía cara de Chayanne. Le bailaba a la vieja, luego a otra y saludaba gente desconocida como si fueran amigos, no creía en nadie, güevón. Todo un seductor, hasta que se dio cuenta de que la vieja era una exnovia que estaba más borracha que él. Ahí se achantó y volvió a ser el de siempre”.
2. El novio comprometido.
Del man que pagó para que le entraran cositas.
“Vea, yo no tenía tanta plata, porque me la gasté en la entrada, entonces la billetera me estaba flayando, ¿sí me entiende? Yo fui con mi novia, que tampoco tenía luka. Un gomelo que estaba haciendo la fila se la pilló y nos dijo que nos pagaba si le entrábamos algo, bien caletos. De una nosotros pensamos que era bareta, o algo así, y pues la pensamos harto, hasta que le dijimos al man que sí, que de una. El tipo empezó a sacar unos paquetes. Casi nos partimos de la risa porque eran de maní, arándanos y así. Creo que para la novia, o algo”.
3. El políticamente correcto.
De un man que fue acosado sexualmente.
“Estábamos haciendo la fila con unos amigos. Delante de nosotros había un man. Pues, qué te digo, era churro, pero tampoco. Al lado iban unas viejas muy locas que solo gritaban. De pronto, de la nada, el man se emputó. Que le habían tocado las nalgas. Sí, muy loco, qué man se va a rayar por eso, antes al contrario. Todo el mundo le dijo que dejara la bobada y eso, pero de verdad estaba puto. Creo que la historia ya salió en twitter, o algo así. No sé, alegaba que si eso le hubiera pasado a una vieja se habría armado tremendo escándalo. ¿Las viejas? Cagadas de la risa, obviamente”.
4. El violento.
Del man que utilizó su muleta como arma.
“A la salida había demasiado bulto, prácticamente no se podía andar. Nosotros fuimos con una amiga que llevó al novio. Nadie lo conocía. El tipo estaba en muletas. No sé… creo que jugando fútbol. Había un carro estorbando y no podíamos caminar. Ese man estaba como borracho, cruzado, o algo, y le pegó un muletazo al carro. Sí, duro, yo no sé cómo el que iba manejando no se dio cuenta. Nos salvamos. Claro, una muleta da duro. Prácticamente es un arma cortopunzante [cita textual]”.
5. La volada.
De la vieja que fue más allá de Plutón y parecía un zombi.
“Sí, claro, yo la conozco, es mi mejor amiga. Cuando menos pensé, ya estaba en otro mundo. No, ni me di cuenta cuándo le estalló. Estaba en Plutón. Usted sabe que para esto se utilizan palabras astronómicas. Exacto, por eso le digo. Es más, Plutón es muy cerquita, estaba en Andrómeda. En ese momento, empezaron los juegos pirotécnicos. Quedó tan ida que un policía le preguntó si le pasaba algo, porque no se corría para que la gente pudiera pasar. Es como ver en high definition, comentó, los colores son muy vivos, como si el cosmos cobrara vida. Parecía vendiendo televisores. El policía la miró sin saber qué decir. Estuvo así media hora, como un zombi, literal”.
6. La arribista.
De la vieja que quedó en ridículo con su jefe.
“Cuando nosotros llegamos, nos encontramos con Caicedo, un amigo del colegio. El man estaba en la Luna, ofreciéndole guaro a todo el mundo. Nos saludó y nos abrazó y a mí me cargó. Hacía eso con todo el mundo. En esas llegó otra amiga, mirando por encima del hombro, con una pinta la hijueputa. Miraba como si tuviera un bigote de mierda, pero estaba muy mamacita, para qué. Iba con el jefe, el director de mercadeo de una multinacional de whisky, si, nada menos. Trató de pasar derecho, como si no nos conociera, pero apenas Caicedo la vio, empezó a gritarle, Juli, Juli, y se le tiró encima al jefe a darle un abrazo y a embutirle guaro y lo cargó en el hombro como si fuera un bulto de papa. El tipo estaba sorprendido. No, pues, la vieja no sabía dónde meterse. Al rato nos dijo: ¿guaro? ¿A este man?, par favar. Maduren.
7. El mal viajado.
De un man que le dio mamitis.
“Quién sabe qué se habrá metido. El tipo estaba sentado en pleno concierto como agarrándose las piernas. No, yo no estaba con él. Ni idea quién sería. Estaba como en una especie de posición fetal y otro man, no sé si un amigo o el novio, lo abrazaba para tranquilizarlo. Sí, estaba llorando. La verdad a mí me dio mucha curiosidad, entonces me acerqué a escuchar de qué hablaban. El man decía que le hacía mucha falta su mamá. Estaba como tembloroso y tenía la mirada perdida. A veces se ponía medio violento, como pasivo-agresivo. Al final se calmó porque el otro man le empezó a cantar una canción de cuna al oído y lo abrazaba como si fuera la mamá, todo va a estar bien, le decía”.
8. El haragán.
De un man que se desilusionó con la lluvia de hamburguesas.
“Estaban tirando hamburguesas de Presto. Como en cajas y con una especie de paracaídas pequeño. La gente se tiraba como si estuvieran regalando plata en efectivo, güevón. Yo estaba turro y tenía hambre. Hambre a lo bien. Entonces pensé, qué hijueputas, y me metí al tumulto, pero dando pata y todo, como en un pogo. Terminé herido, pero al final logré coger una hamburguesa. El problema es que cuando la abrí, vi que era un poncho de los que estaban regalando por ahí. Vos no te imaginás mi desilusión. Yo con esa hambre tan brava”.
9. La negociante.
De una comerciante de falsos tatuajes psicotrópicos.
“Imagínese que una vieja que estaba buenísima, pero buenísima, compró unos tatuajes temporales. Estuvo jodiendo un rato con ellos, mostrándoselos a todo el mundo. Después le dio por decir que eran lsd y venderlos. La gente se metía tremendos viajes. Uy, qué trip, decían, y se cagaban de la risa como 10 minutos sin parar. No estoy exagerando. Se hizo millonaria. Sí, puro placebo psicotrópico. Otra vieja, con uno de esos, se pegó una volada ni la hp viendo los juegos pirotécnicos. Estaba en Marte, güevón, pero enserio, muchos pensamos que no iba a volver, hasta un policía se preocupó y le preguntó si le pasaba algo”.
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